Star Wars: La Senda del Maestro Uniendo Destinos 2
Capítulo 1:
Parte 2
Uniendo Destinos
El joven caballero jedi Sentoki volvío de una misión cuando le informaron que en el planeta Corellia había una emergencia con un jedi y su padawan. Para su sorpresa cuando llegó a dicho planeta unos piratas espaciales habían secuestrado a la aprendiz jedi, Eliu, pero no había rastro del maestro. Tras liberarla le contó que fue su maestro quien la vendió y se llevó el cristal de sable de luz a por el que habían ido. Después fueron a perseguirlo para llevarlo ante la justicia.
Eliu, al escuchar las palabras del caballero, dejó de disparar y se dio cuenta que si continuaba por ese camino se convertiría en lo mismo que su maestro. Karsen al ver que su padawan cesaba su ataque volvió a centrarse en Sentoki atacando a este con ambos sables, pero alternando esta vez entre uno y otro con golpes rápidos. Todo fue en vano ya que el estilo defensivo de Sentoki, junto a su velocidad de reacción, le permitieron bloquear los golpes.
Len-Wyr Karsen se dio cuenta de que el joven era muy bueno y de que si seguía así perdería. Empujó a Sentoki con la Fuerza y se acercó a él atacándole con ambas espadas cada una por un lado, el jedi reaccionó a esto saltando hacia atrás lo suficiente como para que no le diera. Cuando Karsen falló, Sentoki aprovechó para cortar las dos espadas del maestro jedi. No obstante, acto seguido Len-Wyr sacó otras dos espadas atrayéndolas con la Fuerza. Sentoki aprovechó para hacer un movimiento hacia arriba cortando una de las manos de su rival al intentar cortar el sable de luz. Consiguiendo así que perdiese la ventaja que tenía y además provocando que tuviese que cambiar su estilo de pelea, cosa que dio ventaja a Sentoki.
Este acto hizo a Karsen gritar de dolor y encolerizó arremetiendo contra su enemigo con golpes rápidos en distintas partes del cuerpo para que a Sentoki no le diese tiempo a defenderse. Cuando Eliu vio esto supo que tenía que ayudar, pero no sabía como hacerlo. Fue entonces cuando se percató del sable de luz que estaba en el suelo, el mismo que el caballero jedi intentó cortar. Lo atrajo con la Fuerza y corrió para atacar su maestro. Sin embargo, el hecho de pelear con una sola espada hizo que la padawan no pudiese pelear agusto ya que ella solía portar dos espadas al igual que su maestro.
A pesar de que Eliu y Sentoki no se combinaban demasiado bien en pelea, debido a que nunca habían peleado juntos, consiguieron poner a Karsen en verdaderos apuros. El viejo jedi empujó a Sentoki con la Fuerza para quedarse a solas contra la padawan, ya que sabía que en un cara a cara él tenía ventaja. Karsen atacaba a Eliu con potencia más que con velocidad, debido a que su edad y el uso continuo de usar su poder para potenciar su velocidad habian acabado por cansarlo. La inexperiencia de Eliu en el uso de una espada se hizo evidente en la pelea, tanto que apenas atacaba a su maestro, cosa que Karsen aprovechó para dar una patada a su padawan en el estómago y destrozarle el sable de luz. Esto dejó a la joven expuesta a un ataque de su maestro. Entonces Sentoki atrajo a Eliu hacia si mismo para sacarla de la trayectoria de su contrincante, evitando lo que seguramente hubiese sido la muerte de la joven.
- ¿Estás bien?- preguntó Sentoki, asintiendo la padawan con la cabeza.
Pasó entonces él al ataque contra un cansado Karsen pero el enfado lo paliaba. El maestro jedi corrió hacia Sentoki saltando para golpear con la espada por arriba. Sentoki se puso en posición inicial de Soresu cuando lo vio correr, entonces realizó un golpe que fue de derecha a izquierda y le cortó la espada, provocando que el maestro jedi cayese al suelo, acto seguido le dio un golpe en la cabeza, cosa que hizo caer inconsciente a Karsen.
- Bien hecho, joven padawan – felicitó Sentoki a Eliu
- Gracias, me llamo Eliu, nos conocimos hace un par de días en la Orden Jedi ¿recuerdas?- dijo Eliu ya más tranquila, sabiendo que la naturaleza de su maestro había sido revelada.
- Sí, cierto, nos chocamos, ¿verdad? – dijo Sentoki sonriendo al recordar aquello.
- Exacto… ¿qué va a pasar conmigo? Quiero seguir siendo jedi pero ahora mismo no me veo con otro maestro. Si lo pienso seriamente, solo me vienen imágenes de los “entrenamientos” del Maestro Karsen, pero realizados por otro jedi – confesó Eliu con una expresión de tristeza.
- Te pido perdón en nombre de toda la Orden Jedi por el trato que has recibido en tu entrenamiento. – se disculpó Sentoki como si hubiese sido culpa suya. Aquel gesto conmovió profundamente a Eliu, que en ese mismo momento decidió que quería que él fuese su maestro y así se lo comunicaría a la Orden.
Después de eso encadenaron a Len-Wyr Karsen y programaron la nave para que fuese al hangar de la Orden Jedi en Coruscant. Además avisó al Consejo para que preparasen Jedi para la detención por si cuando llegara el preso estuviese despierto, pero no sin antes coger de una bolsa de su cinturón el cristal Kyber.
- Vamos Eliu, tenemos que ir a Coruscant e informar al Consejo de esto – dijo Sentoki
Ambos subieron a las naves y pusieron rumbo a Coruscant. Eliu viajó en la nave de Sentoki y Sentoki en la de Karsen y Eliu junto al inconsciente Maestro Jedi.
Una vez en Coruscant, Eliu fue llevada a la enfermería donde fue tratada de sus heridas al igual que Karsen. Una vez le pusieron el tratamiento para su mano compareció ante el Consejo Jedi.
Eliu contó sus tratos durante los 5 años que estuvo como padawan y como la dejó tirada con los piratas. Sentoki contó cómo encontró a la chica, cómo tuvo que pelear contra el maestro Karsen y finalmente le dio el cristal kyber al consejo. Después de un rato de deliberaciones y discusiones el Consejo anunció su sentencia.
- Len-Wyr Karsen, por haber faltado al Código Jedi y a la Orden, el Consejo te despoja de tu rango de maestro y de tu título de jedi. Quedas exiliado de la Orden y pasarás a disposición del Senado donde decidirán tu sentencia judicial en una prisión adaptada para un usuario de la Fuerza. – sentenció la maestra Salry.
- ¡He servido a la Orden Jedi fielmente durante años! ¿¡Y por culpa de una mocosa inservible que me endosásteis me vais a expulsar!? ¡Es ella quién debería estar fuera de la orden, no yo, yo quiero alumnos fuertes! ¡El Consejo ha perdido la cordura, si seguís siendo endebles los Sith nos exterminarán! ¡Yo os mostraré el poder auténtico! – gritaba Len-Wyr mientras se lo llevaban y Sentoki salió de la sala para que pudiesen hablar con Eliu.
- Eliu, dadas las circunstancias, podrás elegir entre continuar tus estudios con otro maestro, el cual se te asignará o continuar con asuntos relacionados con la Fuerza pero nunca llegar a ser Jedi. Tenemos una duda ¿porqué no le dijiste nada de esto al Consejo? – dijo un miembro del Consejo.
- Pensaba que no me iban escuchar, dada la fama de mi maestro dentro de la Orden y mi posición. Maestros, me gustaría llegar a ser Dama Jedi. – contestó Eliu
- Entendemos que has vivido un infierno, y lamentamos profundamente lo sucedido, elegiremos a tu siguiente maestro, cuidadosamente. – sentenció la miembro dirigente
Después de eso intercambiaron posiciones Sentoki y Eliu para hablar con el Consejo.
- Sentoki Kenvan, has completado correctamente tu misión, no solo has rescatado a la padawan, también has descubierto que el maestro Karsen estaba en el lado oscuro, incluso has recuperado el cristal, sin duda sigues los caminos de la Fuerza, ahora me gustaría hacerte una pregunta ¿Te gustaría enseñar estos caminos a otra persona? – dijo el maestro Lyok Turen
- ¿Ser un maestro? Claro que me gustaría, pero no pensaba tomar un pupilo tan pronto.– contestó el Jedi
- ¿Sentoki no es un poco joven para esta responsabilidad? – dijo un miembro del Consejo.
- Puede ser, pero creo firmemente que el Maestro Turen tiene razón. Si pensamos en un método contrario al de Karsen no se me ocurre un maestro mejor que el antiguo maestro de Sentoki. Y él ya tiene un padawan. Además no se lleva tanta edad con la padawan y ese factor puede jugar a nuestro favor. – dijo la maestra dirigente.
- O en nuestra contra – replicó otro maestro del Consejo
- De todas formas sometámoslo a votación ¿Quién está a favor de proponerle a Sentoki ser el nuevo maestro de Eliu? – propuso Turen y la mayoría los miembros se posicionaron a favor.
- Sentoki, ¿tú qué dices? – preguntó la miembro dirigente.
- No me lo había planteado, pero estaré encantado de tomar esta responsabilidad – respondió el joven jedi
- Que así sea, Sentoki Kenvan a partir de hoy serás el maestro de Eliu Seren, díselo tú mismo al salir. Toma, tenemos entendido que el ex jedi Len-Wyr no le dejó construir un sable de luz propio. Sin embargo, deberás cuidar ese lazo, como ya sabes es peligroso – dijo la maestra Salry Wynr mientras le lanzaba el cristal Kyber – ¡Qué la Fuerza te acompañe, Maestro Kenvan!
- Así lo haré maestra, ¡qué la Fuerza os acompañe a vosotros también, maestros! – dijo Sentoki mientras salía de la sala del consejo.
- ¿Te han dicho algo sobre que va a pasar conmigo? – dijo Eliu cuando Sentoki salió de la sala
- Sí, te han asignado otro maestro – dijo Sentoki
- ¿Y quién es? ¿Tú lo conoces? – dijo Eliu mientras se frotaba las manos
- Yo seré tu nuevo maestro. – bromeó Sentoki – El Consejo me ha propuesto que te entrene y he aceptado – dijo Sentoki con una sonrisa haciendo que su nueva padawan se relajara
- ¿De verdad?¿No es una molestia para ti? – dijo ella
- No, no te preocupes por ello. Por cierto, mi nombre es Sentoki Kenvan, puedes llamarme maestro o Sentoki, como tú prefieras. Ahora irás a tu actual casa, recogerás tus cosas y las llevarás a mi casa. Esta es mi dirección- indicó mientras le daba un holocrón – un par de Centinelas Jedi te acompañarán por si acaso, luego le das la llave a uno de ellos.
- ¿Centinelas? ¿Por qué centinelas y no tú? – dijo Eliu un poco asustada por la situación
- Los centinelas son para asegurarse de que no hay ningún admirador de Len-Wyr que se haya vuelto loco por su expulsión de la Orden, y no te acompaño yo porque yo tengo que preparar tu habitación – dijo Sentoki calmado
Su habitación, aún era raro toda aquella situación. Hace dos días vivía en aquella casa y ahora tenían que acompañarla dos Jedi por si había fanáticos de su antiguo maestro, pero al menos ahora algo le decía que todo iba a mejorar.
Aquellos Centinelas Jedi no mediaron palabra durante el camino, uno de ellos entró en la casa e inspeccionó el sitio y una vez se hubo cerciorado que no había nadie en el interior indicó a la joven padawan que podía entrar. El otro centinela se quedó en la puerta, vigilando que no entrara nadie. Únicamente vino un jedi el cual quería entrar afirmando ser un antiguo padawan del maestro Len-Wyr Karsen, decía que quería coger algo que le dio a su maestro, pero viendo que el centinela no le dejaba pasar acabó revelando que quería explicaciones de por qué le habían hecho esto a su maestro, que fue un buen mentor y la culpa sería de la aprendiz seguro, quería hablar con el responsable de la expulsión de su maestro. Eliu lo oyó todo y se puso a temblar, ¿cuántas personas pensarían lo mismo que él? En ese momento apareció Sentoki que venía a echar una mano, ya que había acabado de preparar el cuarto para su padawan.
- Yo soy el responsable, ¿qué querías? – dijo Sentoki serio.
- Sentoki, no te preocupes ya me encargo yo – dijo el centinela jedi que vigilaba la puerta.
- No, quiero oír lo que tiene que decir – dijo sin perder su expresión seria.
- No, tú no eres el responsable, la responsable es esa padawan – dijo el jedi que había provocado el altercado.
- ¿Perdona? Me parece que te equivocas amigo, Len-Wyr Karsen es el que ha caído en el lado oscuro, el que vendió a una padawan a unos malditos piratas esclavistas. Yo soy el que peleé contra él, lo derrotó y lo entregó al consejo jedi, la chica lo único que ha hecho es querer aprender, y sufrir los abusos de Len-Wyr. Sólo le enseñó a manejar el sable, ni le dejó construirse uno ¿quién hace eso? La respuesta es un jedi oscuro. Por cierto, eres un jedi, así que compórtate como tal, sé racional, analiza la situación y ahora vete, no tienes nada más que hacer aquí. – exigió muy serio, y un poco alterado y acto seguido el jedi se fue con la cabeza gacha.
- Tranquilo Sentoki, tus emociones te traicionan – dijo el centinela.
- Lo sé, lo sé, no sé como hay gente que lo defiende ¿sabes quién era el jedi? – dijo Sentoki ya más tranquilo.
- Creo que se llama Elikar Delkan, es un antiguo padawan de Len-Wyr, le tenía auténtico respeto, nos avisaron de él. – dijo el centinela Jedi.
- ¿Respeto? Yo lo llamaría fanatismo, en fin, será mejor que ayude ¿puedo entrar? – dijo Sentoki
- Claro – dijo mientras se apartaba.
- Saluda a Gods por cierto – dijo el jedi al entrar.
- Eso haré – dijo el centinela
Al entrar Sentoki vio a Eliu sentada en el suelo con las rodillas flexionadas y la cabeza entre las piernas, y rápidamente se acercó a ella para ver qué le pasaba.
- Eliu ¿estás bien? – preguntó el maestro.
- Sí, es que había olvidado lo bien que sienta que se preocupen por ti y te defiendan – respondió la aprendiz.
- No pasa nada, pero recuerda que no debes dejarte llevar por tus sentimientos, mi joven padawan. ¿Esto es todo? Te ayudo, vamos – indicó Sentoki
- Sí, Maestro – contestó Eliu – Has terminado muy rápido de preparar el cuarto Sentoki.
- Sí, tenía una habitación que no utilizaba así que simplemente he activado el droide de limpieza de un vecino.
Y ambos recogieron las cosas y fueron rumbo a casa de Sentoki a la cual llegaron en poco tiempo. Al entrar Eliu vio una casa que aunque no muy grande disponía de suficientes habitaciones para vivir al menos 3 personas. Aunque Sentoki utilizaba dos de ellas de almacén de piezas de sable láser y sala de meditación, prescindió de esta última convirtiéndola en la habitación de Eliu. Aquella era una casa acogedora.
- Ven que te enseño la casa. No tengo muchos lujos, pero los jedi no los necesitamos. Esta es la cocina, y ese de allí el baño, en el salón no hay gran cosa aunque lo podemos gastar para meditar y los tres cuartos están por allí ven -guió mientras le enseñaba la casa- Este cuarto es una especie de almacén/taller, ahí tengo piezas par fabricar sables de luz y otras armas, este es mi cuarto y este de aquí el tuyo.
Eliu se quedó observando la habitación mientras dejaba la maleta en el suelo, era mucho más grande que su cuarto anterior.
- Es muy bonita la casa – comentó mientras sacaba las cosas de la maleta, aunque no llevaba gran cosa; un par de capas, la ropa reglamentaria jedi y ropa interior – gracias por aceptarme como padawan, maestro.
- No hace falta que me des las gracias Eliu, y ahora empecemos tu adiestramiento joven padawan – dijo Sentoki mientras sacaba cajas al salón.
- ¿Ya?¿Tan pronto? – expresó Eliu sorprendida
- Sí, sé todo lo que ha pasado, pero es mejor empezar cuanto antes, lo primero, ¿que Forma gastas?
- Jar’Kai, pero no me gusta, mi antiguo maestro me obligaba a practicarlo porque decía que era el mejor – dijo Eliu un poco triste.
- Entiendo, ¿y cuál te gustaría gastar? Yo gasto el Soresu, aunque es más bien una mezcla de Soresu con Ataru y toques de Makashi, pero puede servir para introducirte en ellos si te interesa, si no simplemente di cual te gusta y te buscaré un maestro que lo gaste y te enseñe.
- Pues a mi me gustaría usar el Djem So pero más indicado a la defensa, algo más híbrido entre Djem So y Soresu – dijo Eliu, emocionada porque iba a aprender a gastar las Formas que le gustaban.
- Bien, el Soresu te lo puedo enseñar yo, te buscaré un maestro para el otro, pero, para pelear con sable de luz necesitas uno, así que lo primero será construirte un sable de luz – le explicó Sentoki mientras abría las cajas llenas de piezas que servían para construir el arma jedi por excelencia.
Sentoki comenzó a sacar las cosas de las cajas y ponerlas ordenadamente por el salón, mientras Eliu se quedaba perpleja por la cantidad de piezas que tenía, podía tener suficientes piezas para construir 20 sables perfectamente. Una vez todo estuvo repartido por la habitación Sentoki le hizo un gesto con la mano indicando que podía empezar.
- Entonces ¿de verdad voy a poder construir mi sable láser? – dijo Eliu todavía incrédula
- Sí, construir tu propio sable láser es una tarea que requiere paciencia, te dará disciplina, te ayudará a olvidar todo este tiempo en el que tu antiguo maestro solo te hacía concentrarte en la pelea. – contestó Sentoki
- Pero, maestro ¿cómo va a ayudar crear un arma a que me olvide de la pelea? – dudó Eliu.
- Sencillo, tú lo ves como un arma, yo lo veo como una herramienta, como un vínculo, no se trata de que esté bien montada, sino de que sea perfecta, cada pieza debe estar bien montada, y la mayoría de las piezas no requieren ser montadas a mano, sino con la Fuerza, requiere paciencia, meditación, requiere sentir tu entorno, sentir cada pieza, crear tu espada de luz te ayudará a sentir la Fuerza de una forma que en la que no lo has hecho en mucho tiempo. – afirmó Sentoki asumiendo su papel de maestro.
Sentoki salió de la habitación y Eliu comenzó a coger las piezas que necesitaba, sabía perfectamente la teoría pero nunca había montado una y estaba nerviosa. Eliu cogió las piezas necesarias pero cada vez que lo pensaba las cambiaba, no estaba segura de las piezas que debía elegir. Sintió como cada vez se ponía más nerviosa, tenía miedo de no hacerlo bien, miedo de fallar a su nuevo maestro y que este no la dejase tener un sable de luz. De pronto una frase resonó en su cabeza: “El miedo es una camino al lado oscuro, relajaos, meditad y hallaréis el camino”, era la frase que su maestro les decía cuando solo eran iniciados jedi. Eliu decidió calmarse y para ello dejó el resto de piezas con las otras, se sentó, cerró los ojos y simplemente comenzó a sentir su entorno, notó a su maestro entrenando, notó la gente de la calle y notó todo a su alrededor. Sintió cómo se iba calmando hasta que todo su miedo quedó en nada, entonces abrió los ojos y vio unas cuantas piezas flotando en el aire, las atrajo con la Fuerza y entonces comprendió que su subconsciente había elegido las piezas.
Sentoki se dio cuenta que había pasado una hora desde que dejó a Eliu sola, así que fue a su cuarto y tocó la puerta. Al entrar se encontró con que su Padawan había hallado el camino correcto por ella misma. Se fijó en unas cuantas piezas apartadas encima de un mesa de trabajo y en el centro de la sala su alumna meditaba con el cristal de luz.
- Sabía que lograrías empezar por donde corresponde – dijo Sentoki sonriendo.
- Al principio no, tuve miedo Maestro, miedo de no conseguirlo – respondió Eliu con expresión triste.
- Yo también lo tuve cuando estuve en tu lugar. No consiste en no tener nunca miedo Eliu, somos personas y como tales tenemos miedo, se trata de no dejarte llevar por el miedo. – Dijo Sentoki tratando de animarla – Por cierto, te aconsejo que no tengas prisa, ni te obsesiones en hacer la espada, tarda lo que tengas que tardar, lo importante es tu aprendizaje, no el sable de luz.
Datos Galácticos
- Todos los personajes de la historia son creaciones del autor.
- El personaje Gods es una referencia a mi amigo y coautor de “Sangre en Felucia”. Historia original de ambos siendo “La senda del maestro’ una precuela de dicha obra.
- El Soresu, Djem So, Makashi, Ataru, Jar’kai son todos estilos de lucha con sable de luz del universo Star Wars. Cada uno tenía una peculiaridad y unos movimientos específicos siendo de la siguiente forma
- Soresu: Forma más defensiva
- Makashi: Forma atacante
- Djem So: Forma “híbrida” de las dos anteriores.
- Ataru: veloz y agresiva. Buena en uno contra uno
- Jar’kai: Estilo para dos sables de luz, a veces basado en otro estilo con un solo sable. Muchas veces basado en Niman otro estilo híbrido entre sable de luz y artes marciales.
- Coruscant es un planeta de Star Wars, en él está el Senado Galáctico de la República y la Orden Jedi.
- Corellia es un planeta Star Wars, famoso por construir naves de la república y más tarde del ejército rebelde.
- Esta historia está inspirada unos 2000 años antes de lo ocurrido en las películas.
- El hecho de que Eliu viva con su maestro no es algo que se de en las peliculas ni está en los textos “oficiales” de los jedi en Star Wars. Según el libro “La Senda Jedi” los padawan viven en el templo Jedi, sin embargo el autor ha elegido que en esta época sea así para darle un toque más personal.
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